Esto es un hombre que va en el autobús y se le sienta al lado una rubia. Entonces él le dice:
- Hola guapa, ¿cómo te llamas?
Ella no le contesta.
- ¿Quieres pasar un buen rato?
Ni caso. Después de varios intentos la rubia se levanta y se va. Entonces el conductor le dice al pasajero:
- Mira, yo a esa rubia la conozco y sé cómo puedes conquistarla. Verás, ella es muy católica; su padre murió hace dos meses y todos los viernes a las 10 de la noche va al cementerio de la Almudena a rezar junto a su tumba. Si tú te disfrazas de Jesucristo y le dices que velarás por que el alma de su padre descanse en paz, ella accederá a tus deseos.
Entonces el pasajero va el viernes por la noche al cementerio disfrazado de Jesucristo, y se esconde tras la tumba. A las 10 llega la rubia vestida de luto y con un velo negro cubriéndole el rostro. Entonces el hombre se le aparece y le dice:
- Hola. Sé quién eres, y estoy dispuesto a velar por el alma de tu padre si accedes a mis deseos sexuales.
Ella contesta:
- Está bien, pero tendrá que ser por detrás porque quiero llegar virgen al matrimonio.
Entonces se ponen a hacerlo y cuando acaban el hombre se pone frente a ella, se quita la careta y dice:
- ¡Ajá!, ¡soy el pasajero del autobús!
Entonces ella se levanta el velo y dice:
- ¡Ajá!, ¡soy el conductor!
