Una pareja fue a un pozo de los deseos. El marido se inclinó, pidió un deseo en silencio, y tiró una moneda.
Siguió el turno de la esposa, pero cuando ella se inclinó sobre el borde del pozo, perdió el equilibrio y cayó. El marido estaba sorprendido, pero después sonrió y dijo, "¡Caramba, realmente funciona!"